Todas estas cuestiones son mitos creados alrededor de la danza. En estos escritos trataremos de desmitificar un arte que nos pertenece a todos.Desde el año 350 a.C, en el arte griego el concepto de belleza iba unido al de virtud . Este concepto fue extendido a todas las artes, en todo Occidente, y en la danza siempre ha tenido un fuerte arraigo. Sin embargo, desde los orígenes de la danza contemporánea (o moderna), a principios del s. XX, se puso en crisis esta categorización , y comenzaron a desarrollarse otros conceptos que fueron ampliando y enriqueciendo la idea de DANZA. En nuestro país Patricia Stokoe, introdujo algunas de estas ideas, y desarrolló lo que ella llamó Expresión Corporal. A partir de ese momento, la danza también comenzó a asociarse a la salud y a la educación, considerando que todas las personas pueden disfrutar de la danza, e investigar el movimiento desde sus cuerpos, particulares y diferentes, desde sus capacidades, descubriendo poco a poco el entrenamiento que necesitamos elegido desde el placer y no a partir de un modelo standart a alcanzar. Y luego, trabajando en sintonía con el deseo que nos mueve, todos podemos desarrollarnos en este arte. Desde esta concepción trabajo en mis clases, tomando los aportes que las diferentes técnicas de danza han ido desarrollando, buscando apasionarnos por las técnicas al tiempo de no permitir que éstas nos hagan perder a nosotros mismos. Estas técnicas son tan útiles a los bailarines, para su formación, como para las personas interesadas en reencontrarse con sus posibilidades corporales, físicas y expresivas, hacia el arte o hacia el bienestar cotidiano.
En estos talleres, técnica y expresión se nutren en un ida y vuelta, y si bien hay algunos más dedicados a un aspecto o al otro, la concepción de base es un espacio de aprendizaje amplio, donde se entiende al participante como un ser integral físico-espiritual-social, con un cuerpo que busca expresarse por naturaleza, y donde sus saberes, sus deseos e inquietudes son también puestos en juego durante las clases, junto con los saberes de sus pares y los míos, como docente.
Cecilia Leoncini
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